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27 marzo 2024
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Pablo Iglesias se impone, con pocos votos y mucha diferencia, a un toledano

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Pablo Iglesias ha sido reelegido secretario general de Podemos frente al toledano Fernando Barredo al recibir un 92,2 por ciento de los apoyos de los inscritos que han participado en la votación –un 10,8%– en el marco de la Tercera Asamblea Ciudadana de la formación, en la que también se han aprobado también los documentos organizativo, político, ético y de feminismos.

En concreto, la lista ‘Un Podemos Contigo’ que encabeza el vicepresidente del Gobierno ha obtenido 53.167 votos, el 92,2% de los sufragios emitidos, frente al otro candidato que se presentaba a la Secretaría General, Fernando Barredo, que ha recibido el 7,8% (4.503 votos) de los apoyos.

«Gracias a todos los inscritos e inscritas que habéis participado en la Tercera Asamblea de Podemos. Es un honor recibir vuestro apoyo. Enhorabuena a los nuevos miembros del Consejo Ciudadano y del Comité de Garantías. Vamos a dejarnos la piel para seguir demostrando que sí se puede», ha escrito en Twitter el propio Iglesias.

En esta Tercera Asamblea Ciudadana han ejercido su derecho a voto de manera telemática un total de 59.201 inscritos, cifra «igual» a la registradas en las últimas primarias al Congreso, según ha destacado el partido en el comunicado para anunciar los resultados, que estaba previsto que se dieran a conocer este viernes, día 22.

De cara a este congreso, después de haber tenido que aplazarse en marzo por la pandemia del coronavirus, el censo de inscritos asciende a 516.492 personas, de los que 219.158 son militantes activos. De esta forma, ha ejercido su derecho un 10,8 por ciento del censo, el 25,6 por ciento de los militantes activos de la formación morada.

En la Segunda Asamblea Estatal de Vistalegre, que tuvo lugar en febrero de 2017, ejerció el derecho a voto un 33 por ciento de los alrededor de 455.000 inscritos, algo más de 151.000 simpatizantes, lo que marcó un récord de participación. En la última consulta, en noviembre del pasado año sobre el apoyo al gobierno de coalición con el PSOE, votaron 134.760 personas, el 59 por ciento de los inscritos activos de la formación morada.

Junto a Iglesias, han sido elegidas las 89 personas de su lista para conformar el Consejo Ciudadano Estatal, encabeza, tras el secretario general, por su actual número dos y ministra de Igualdad, Irene Montero, y por el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, seguidos de la secretaria de Estado de Agenda 2030, Ione Belarra; el director de Comunicación de Iglesias en la Vicepresidencia segunda del Gobierno, Juanma del Olmo; la secretaria de Estado de Igualdad, Noelia Vera; y el actual portavoz del partido, Rafa Mayoral.

También figuran, en la parte alta de la lista, otros miembros de la Ejecutiva como Alberto Rodríguez, Ana Marcello, Nacho Álvarez, Sofía Castañón, Txema Guijarro, Iodia Villanueva, Pilar Garrido, Meri Pita y Pablo Fernández.

Iglesias anunció en el mes de enero, pocos días después de llegar al Gobierno de coalición, la convocatoria extraordinaria, y un año antes de lo previsto, de la Tercera Asamblea Ciudadana Estatal, conocida coloquialmente como Vistalegre III –aunque en esta ocasión estaba prevista el 21 de marzo en un acto multitudinario en la Cubierta de Leganés de Madrid–, así como su intención de presentarse a un tercer mandato, zanjando así el debate sobre su posible sucesión al frente del partido.

El objetivo de celebrar cuanto antes esta Tercera Asamblea, según explicó también entonces, era el de poner «a punto» Podemos y adaptar la organización a su nuevo rol de partido de Gobierno, renovando no solo los órganos de dirección sino también el modelo organizativo y la estrategia política.

Antes de que el cononvirus comenzara a expandirse en España y Podemos decidiera como consecuencia aplazar el congreso, Iglesias pudo presentar el 1 de marzo tanto sus propuestas para renovar los documentos del partido, como a su equipo de candidatos para ocupar la dirección, que previsiblemente coparán el llamado Consejo Ciudadano Estatal (CCE), ante la falta de competencia que represente un riesgo real.

SIN COMPETENCIA TRAS LA MARCHA DE ANTICAPITALISTAS Y ERREJONISTAS
En esta ocasión, a diferencia de los dos congreso anteriores, Iglesias no se ha enfrentado a ningún sector crítico de peso, tras la reciente marcha de los Anticapitalistas –que aprobaron formalmente a finales de marzo– y la abrupta salida del cofundador y exnúmero dos Íñigo Errejón y sus afines los ‘errejonistas’ a principio de 2019, tras decidir montar su propia candidatura para la Comunidad de Madrid.

Así, Iglesias ha aprovechado este congreso para integrar en su dirección a nuevos diputados, y a figuras que en los últimos años han ido ganado peso en Podemos pero no tenían asiento en el Consejo Ciudadano, como por ejemplo, la portavoz en la Asamblea de Madrid, Isa Serra; el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos-En Comú-Galicia en Común, Jaume Asens; o el jefe de gabinete de Iglesias en la Vicepresidencia segunda del Gobierno, el exJEMAD Julio Rodríguez.

FIN A LA LIMITACIÓN DE CARGOS Y MANDATOS
Asimismo, están en la candidatura de Iglesias el candidato a la Xunta y secretario general de Podemos en Galicia, Antón Gómez Reino, y otros aspirantes a líderes autonómicos como Javier Sánchez (Murcia) o Pilar Lima (Comunidad Valenciana), gracias al cambio que Iglesias ha planteado en su propuesta de reforma del Código Ético, para acabar con la limitación actual que impide ostentar más de un cargo interno y otro público, tal y como adelantó Europa Press.

Además de acabar con la prohibición de ocupar varias responsabilidades dentro del partido o en las instituciones, el vicepresidente segundo –que conserva su escaño de diputado–, también ha incluido en el nuevo código ético que los mandatos de los cargos internos, incluido el suyo, puedan durar más de los doce años fijados ahora como límite, si lo permiten los militantes en una consulta.

Y como novedad también figura la polémica eliminación de los tres Salarios Mínimos Interprofesionales (SMI) –además de complementos por personas a cargo– como medida para limitar los sueldos de los miembros de Podemos, que la formación morada lleva aplicándose –y haciendo de ello una de sus señas de identidad– desde que nació en 2014.

A partir de ahora, los cargos de Podemos seguirán donando parte de sus sueldos, pero la cantidad ya no estará determinada por esta medida de los tres SMI, sino por un sistema de porcentajes, que variará «en función de las responsabilidades asumidas».