La campaña electoral y sus promesas han servido, al menos, para que los vecinos de Guadalajara podamos conocer algo que parece una indiscreción. En efecto, este miércoles se ha desvelado que tanto desde el Ayuntamiento de Guadalajara como desde la Universidad de Alcalá se están haciendo gestiones para que el Estado libere el enorme edificio del Parque Móvil de los Ministerios, que ocupa una gran superficie entre la calle Madrid y la del Coquín.
Este edificio, sin ningún uso, ha terminando quedando ubicado a escasos metros del nuevo campus de Guadalajara, lo que ha incentivado el interés por el inmueble tanto entre los responsables municipales como en los universitarios.
Hasta donde le consta a este diario, se barajan distintas posibilidades, tanto para una reforma parcial como para el aprovechamiento de parte de esa parcela con construcciones de nueva planta. El PMM se levantó a partir de un proyecto redactado en 1944 y no está carente de interés arquitectónico.
Según ha podido confirmar LA CRÓNICA, las partes implicadas no aspiran a una cesión pero sí a una compraventa en condiciones beneficiosas para la ciudad. El organismo que se ocupa de esas cuestiones es SEGIPSA, del que ya se tiene alguna experiencia en Guadalajara, concretamente con el cambio de uso de lo que fue sede del Banco de España, en la Plaza del Jardinillo.
Román ya lo reclamaba hace una década
Hay que destacar que no es esta la primera vez que la ciudad de Guadalajara reclama para sí la titularidad de este inmueble, al igual que ha hecho con otros como la Prisión Provincial, los antiguos Juzgados o incluso la sede Correos, siempre con el mismo resultado.
En el caso del Parque Móvil, Antonio Román ya confirmó hace una década, cuando era alcalde, que el Ayuntamiento había comenzado a negociar el uso de este edificio como sede del nuevo campus de Guadalajara, que finalmente está aprovechando para el mismo fin el cercano complejo de Las Cristinas. El propósito entonces era evitar que los estudios universitarios se trasladaran hasta el polígono industrial del Ruiseñor, como quería la Junta y esperaba la empresa promotora de aquellos terrenos, ahora utilizados preferentemente para futuros almacenes de logística.