La pasada operación del puente de mayo dio pie a numerosas anécdotas en la carretera, pero una de las más reseñables es la que les ocurrió a unos agentes de Tráfico de la Guardia Civil de Sigüenza. Atónitos, comprobaron cómo un individuo circulaba en moto por la A-2, a considerable velocidad… y sin casco.
La moto, de gran cilindrada, seguía su camino por el carril izquierdo, en dirección Zaragoza. Lo consiguieron interceptar en el kilómetro 135, a la altura de Alcolea del Pinar.
Fue entonces cuando comprobaron que era cierto lo que parecía desde la distancia: este sujeto circulaba sin casco, algo totalmente inusual en el mundo de los amantes de la moto, que cuanto más aficionados son más extreman las medidas de seguridad personal.
El imaginativo individuo llevaba un pañuelo en la cabeza y unas «gafas de piloto», que en conjunto simulaban la apariencia del casco protector.
Lo más grave, y temerario, del caso es que había salido así de Madrid, circulado 135 kilómetros en estas condiciones, en un día de operación especial con densa circulación, a gran velocidad y con condiciones meteorológicas adversas de lluvia y, en algún momento, incluso de nieve.
¿Por qué lo hacía? Según él, porque le habían robado el casco.
Más allá de esa versión, lo tangible es que los agentes le «recetaron» las correspondientes denuncias por conducir una motocicleta sin usar el casco protector así como por «conducir de forma negligente al circular por el carril izquierdo de la autovía a alta velocidad en condiciones climatológicas adversas».
¿De cuánto es la multa?
Los conductores de motocicletas denunciados por infracción al art. 118.1 del Reglamento General de Circulación, por no utilizar el correspondiente casco homologado o certificado, se enfrentan a una sanción en vía administrativa de 200 euros y la detracción de 3 puntos, así como a la inmovilización del vehículo hasta que desaparezcan las causas que la motivan.
Y por infracción al art. 3.1 del Reglamento General de Circulación, por conducir de forma negligente creando una situación de riesgo o peligro para sí mismos, los demás ocupantes
del vehículo o al resto de usuarios de la vía, se enfrentan a una sanción en vía administrativa de 260 euros.