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25 abril 2024
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Una enfermera de Guadalajara pone voz a las críticas por las mascarillas «fake» que han usado

Estas mascarillas llegaron el 7 de abril y los profesionales han estado 10 días usándolas, confiando en que estaban protegidos "cuando realmente no era así"

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La polémica por las mascarillas defectuosas que se han utilizado en diferentes partes de España, incluida Castilla-La Mancha, continúa. «Es una situación muy grave», clama Isabel Camacho, enfermera asistencial de atención primaria en Guadalajara. Además, es vicetesorera del Consejo General y miembro de la Comisión Ejecutiva. La guadalajareña confirma que estas mascarillas llegaron el 7 de abril y los profesionales han estado 10 días usándolas, confiando en que estaban protegidos «cuando realmente no era así», ha resaltado.

«Estos hechos también han sido confirmados por enfermeras y enfermeros del Servicio Madrileño de Salud –continúa–. Los profesionales nos siguen trasladando que no tienen material de protección suficiente y que lo que hay lo tienen que reutilizar durante tres y cinco días y que se siguen fabricando batas con bolsas de basura».

Quejas generalizadas

El presidente del Consejo General de Enfermería de España, Florentino Pérez Raya, ha acusado al Gobierno de estar realizando una gestión «caótica y absolutamente descoordinada» y le ha pedido que «profesionalice de una vez por todas la gestión de la pandemia, impulsando una coordinación real entre todas las comunidades autónomas y contando con los representantes de profesionales sanitarios».

En esta línea ha calificado de «muy grave» la situación sobre la retirada de mascarillas por parte del Ministerio de Sanidad que estaba ya repartida por centros sanitarios de toda España, que considera que «puede ser una de las principales razones por la que los contagios de los profesionales se siguen disparando».

Alrededor de 70.00 enfermeras con sospecha de COVID-19

Según los resultados preliminares de la última encuesta del Consejo General de Enfermería, en torno a 70.000 enfermeras han tenido o tienen síntomas compatibles con el COVID-19. «Esta puede ser una de las principales razones por la que los contagios de los profesionales se siguen disparando, tal y como ponen de manifiesto los datos del Ministerio de Sanidad que reconocen 29.467 profesionales infectados, lo que supone ya el 15,67% de los casos confirmados en nuestro país», señala.

A su juicio, «la gestión que está llevando a cabo el Gobierno es caótica y absolutamente descoordinada. Después de tener que esperar semanas para empezar a recibir material de seguridad ahora resulta que parte del que ha llegado es defectuoso y no cumple con las garantías necesarias –denuncia–. Queremos recordar que los profesionales se están jugando la vida mientras que los responsables políticos no son capaces de garantizar la eficacia y seguridad de los materiales que compran, como estas mascarillas o los miles de tests defectuosos».

Pérez Raya apostilla que «hace falta una coordinación científica e independiente que tome las decisiones sin condicionamiento político o ideológico alguno, motivado solo por la salud pública».

Sigue faltando material de protección

«Llueve sobre mojado –lamenta en un comunicado–. Es incomprensible que siendo el país con mayor número de profesionales contagiados, a día de hoy sigan así, sin el material adecuado. Son muchos los centros sanitarios que siguen sin disponer de todo el material de seguridad necesario para poder prestar la asistencia sanitaria sin necesidad de jugarse la vida».

«Todavía hay miles de profesionales que no tienen trajes EPIs adecuados, mascarillas FFP2 o FFP3, batas impermeables, protecciones oculares adecuadas, guantes… –prosigue–. Seguimos obligando a los profesionales a jugarse su vida y a poner en riesgo la de sus familias porque al volver a casa conviven con ellos».

«Por todo ello –concluye–, pedimos al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas que de una vez protejan a nuestros profesionales sanitarios como es debido, reconociendo una protección de máximos en los protocolos, dotando del número y calidad necesarios los equipos de protección individual, no recomendando su reutilización y realizando test masivos a los profesionales que están en primera línea combatiendo esta emergencia sanitaria».

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