Ya sólo queda esperar que deje de llover. Primero, para que los cofrades que se encargan de la alfombra del Corpus en este punto de la ciudad puedan realizarla a lo largo del sábado. Luego, para que el Ayuntamiento consiga terminar la obra, que ha quedado a medias por las inclemencias del tiempo, entre otros factores.
Este jueves, 8 de junio, día festivo laboral con motivo del Corpus en toda Castilla-La Mancha, amanecía ya sin las últimas vallas dentro de la calle Miguel Fluiters, que no obstante sigue cerrada al tráfico rodado.
A la altura de Santa Clara permanece sin cubrir con el nuevo pavimento el trozo que hubo que retirar y que, mientras el suelo no esté bien seco, no será repuesto.
La previsión del tiempo indica que no se esperan lluvias para el domingo y que las posibilidades de alguna precipitación para el sábado son del 40 por ciento. En consecuencia, el serrín coloreado se extenderá, con el diseño de este año, sobre el verde del pavimento que ha traído la reforma de la calle, unas obras iniciadas en los primeros días de enero y aún sin rematar.
Este nuevo material pasará así su primera gran prueba, puesto que tanto los responsables municipales como la empresa instaladora aseguran que podrá limpiarse y recuperar su estado original sin problemas.