Víctor Hernández a hombros en su alternativa.
Víctor Hernández a hombros en su alternativa.

Mucho ha llovido desde que Saleri II fuera el gran torero nacido en Guadalajara, hace un siglo. En fechas más frecientes, la provincia prohijó al añorado Iván Fandiño o ha seguido la trayectoria, loable, del alcarreño Sánchez Vara. La nómina de toreros vinculados a esta tierra, llena de aficionados pero escasa en matadores de toros, se ha agrandado desde la tarde del 1 de septiembre de 2023 con la alternativa, en Alcalá de Henares, de Víctor Hernández.

El nuevo matador ha salido a hombros, después de cortar tres orejas, especialmente brillante en el que cerraba plaza, bajo la lluvia. Ha estado acompañado, en la arena y en el éxito, por «El Fandi» y Javier Cortés.

Durante muchos años y en muchos foros, Víctor Hernández ha pasado por ser novillero de Guadalajara, la ciudad en cuya Escuela Taurina se formó y desde dónde lanzó su carrera hasta romper con sus apoderados alcarreños. Nacido en Los Santos de la Humosa, se hizo como persona y como torero en la capital alcarreña.

Ahora, en el momento trascendental de pasar a ser matador de toros, no pisaba como toricantano el coso de Las Cruces (como sí hiciera antes de la pandemia Ángel Téllez, con «El Juli» y Morante, en tarde para el recuerdo) sino el ruedo de Alcalá de Henares, en cuyo exterior han aparecido pintadas antitaurinas y contra la alcaldesa complutense.

Hernández llegaba a su gran cita con menos de una decena de novilladas esta temporada y con la necesidad de enderezar el rumbo de una trayectoria que, por algunas de sus decisiones, ha sido más errática y menos contundente de lo esperado.

Este mes de agosto, Víctor Hernández cortaba una oreja en la novillada de Las Ventas en la que abrió plaza pese a que sus dos compañeros andaban también por el cuarto de siglo de edad; esa tarde, Álvaro Burdiel dejó mejores sensaciones, a pesar de no cortar trofeos.

El novillero alcarreño, pues así puede llamársele, demostró de nuevo en el coso venteño la tauromaquia que le ha permitido salir a hombros varias veces hasta la calle de Alcalá: un toreo muy vertical y con derroches de valor que, junto con un don natural para el temple, le ha dado a conocer por muchas plazas españolas en su prolongada carrera novilleril. Su repertorio y su concepto apenas han variado, ni con el capote ni con la muleta, desde sus inicios.

Víctor Hernandez, firme, como acostumbra, ante uno de los novillos del pasado 6 de agosto en Las Ventas. (Foto: Plaza 1)

Mañana, 2 de septiembre, sábado, habrá una segunda corrida en el miniclo alcalaíno, con Julián López «El Juli» y la sorprendente vuelta de Matías Tejela, que en los últimos años había cambiado los ruedos por los despachos; de hecho, Tejela, alcalaíno, fue el apoderado de Víctor Hernández desde que este abandonó a sus apoderados, y maestros, guadalajareños… hasta su también inesperada ruptura el pasado mes de mayo, tras apenas ocho meses de andadura juntos.


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