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5 octubre 2024
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La desquiciada historia que ha marcado al castillo de Jadraque durante 20 años

Las obras de la R-2 facilitaron dinero en abundancia para la restauración del castillo, en el comienzo de este siglo. A partir de ahí, desastre sobre desastre, hasta llegarse a un juicio recién celebrado, a la espera de sentencia. Dos décadas después, la mejor noticia es que en pocos meses en el interior del castillo habrá nuevos alicientes para el viajero.

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En el Ayuntamiento de Jadraque están muy satisfechos con la marcha actual de la reconstrucción del claustro renacentista, que dentro de pocos meses podrá admirarse dentro del castillo del Cid, que es como se conoce a la fortaleza que preside el pueblo, en la cima de un imponente y cercano cerro otero.

Menos felices habrán de estar todos los implicados en el juicio que se ha celebrado el pasado otoño, tras ocho años de espera, y de cuya sentencia se podrá saber algo en las próximas semanas. La Justicia deberá discernir, al fin, si hay de delito en el desastre al que se sometió a este monumento en los albores de este siglo, cuando la mano humana estuvo a punto de acabar con lo que se había mantenido en pie a pesar de la incuria de siglos. Es una historia de despropósitos continuados sobre la que no se ha hablado apenas, pero que dura ya dos décadas.

Ya fue sorprendente que una empresa mantuviera retenido buena parte de este siglo y en León los bloques destinados a reconstruir el citado castillo renacentista del siglo XV del castillo del Cid. Habían recibido el encargo en los primeros años de este siglo y la desquiciada historia de esta obra hizo que allí se quedaran, por falta de pago. Al final, ha sido la propia empresa de cantería la que ha terminado por cerrar, víctima de esa y otras desdichas.

La R-2 paga y la obra falla

Fue en 2002 cuando se decidió que el llamado 1% cultural por las obras de la R-2 se dedicase a la reconstrucción integral del castillo de Jadraque, situado a más que considerable distancia de esa localidad. Quizá habría que recordar los olvidados planes de prolongar la autopista hasta Tudela por ese valle, pero visto lo improbable de que alguna vez esto suceda, mejor no insistir más en ello.

El Ayuntamiento de Jadraque, propietario del castillo, se ocupó de tener listo en los años siguientes el proyecto de restauración, para el que se previeron tres fases y para el que se disponía de unos dos millones y medio de euros. La primera era la correspondiente a los accesos y también la consolidación de los restos arqueológicos; más tarde se trabajaría sobre los muros exteriores y se dejaba para el final la restauración del claustro renacentista.

Entre unas cosas y otras, hasta 2006 no se adjudicó a Geocisa la obra. Al final, tanto el arquitecto como el aparejador de la misma han terminado sentados en el banquillo por los daños desatados en el castillo como consecuencia del modo en que se plantearon los trabajos y por los materiales empleados. Hubo derrumbes en varios torreones entre 2007 y 2008, además de la aparición de grietas en otras partes del monumento.

Y entre medias, claro, las piedras del claustro, que seguían con su exilio. O no.

De piedra en piedra, larga polémica

En 2014, con tres lustros de espera a las espaldas, los canteros leoneses habían agotado la paciencia y dado su versión en diversos medios de comunicación de aquella provincia. La respuesta del Ayuntamiento de Jadraque, cuando Alberto Domínguez era alcalde, es larga, pero merece ser recuperada en su integridad:

«El Ayuntamiento de Jadraque, tras las informaciones aparecidas en distintos medios de comunicación, sobre el supuesto encargo de reconstrucción del claustro renacentista del Castillo del Cid a la empresa leonesa SEOANE CANTERÍA Y RESTAURACIÓN, S.L. y que al parecer nadie paga ni reclama, quiere manifestar:

1. Que el Ayuntamiento de Jadraque ha velado en todo momento por el patrimonio del pueblo, reclamando en varias ocasiones formalmente el claustro a dicha empresa.

2. Que el Ayuntamiento de Jadraque confía en que la empresa explique y documente quién le autorizó y con qué permiso sacó de Jadraque los restos arqueológicos del citado claustro, ya que en el Ayuntamiento de Jadraque no existe contrato ni orden de encargo de trabajo con la citada empresa para tal cometido. En caso contrario, los servicios jurídicos del Consistorio estudiarían presentar acciones legales contra las personas físicas o jurídicas supuestamente responsables de ese encargo. Es preciso aclarar que los restos arqueológicos que se sacaron de Jadraque fueron una pequeña muestra, ya que las imágenes aparecidas en los medios de comunicación evidencian que las piezas que aparecen son la mayoría de nueva creación y no restauración de otras existentes.

3.- El alcalde de Jadraque, Alberto Domínguez, en conversación mantenida con los hermanos Seoane en 2011 en el Ayuntamiento, ya les emplazó a que explicaran quién o quiénes les habían hecho tal encargo, pregunta para la que en ese momento no tuvieron respuesta y hasta el día de la fecha no ha obtenido respuesta.

4. El Ayuntamiento desmiente categóricamente que Guillermo Rocafort fuera el encargado de recaudar el dinero para la restauración del castillo, en contra de lo que este señor asegura públicamente. Si así hubiera sido, el señor Rocafort debería saber que nunca se llegaron a firmar los convenios para las fases II y III de las obras que en un primer momento se plantearon. Por el contrario, se ha finalizado la primera y única fase de las obras previstas, terminadas y recepcionadas, logrando la consolidación de la fortaleza y que el castillo se pueda visitar desde hace casi dos años.

5. Que el Ayuntamiento de Jadraque agradece el interés de los medios de comunicación sobre este asunto y confía en su rigor y profesionalidad para contrastar y confirmar la veracidad y exactitud de las informaciones y la fiabilidad de sus fuentes, así como en su capacidad para colaborar en la satisfactoria resolución de este asunto que no es otra que los restos del claustro, que este Ayuntamiento nunca ha abandonado ni ha consentido que saliera de Jadraque, vuelvan al Castillo del Cid.

Ahora, a por la obra definitiva

En estos días, la situación es otra, para tranquilidad de los actuales responsables municipales. Los trabajos actuales los ha asumido semanas atrás una empresa de la provincia, Construpiedra, y el ritmo de trabajo parece ser óptimo hasta el momento, aunque siempre condicionado por la meteorología.

De lo que el visitante se encuentre próximamente, poco será original, puesto que eran muy escasos los originales que se mantuvieron en el castillo del claustro que existió en su día. Columnas, sillares, arcos e incluso un muro de contención se está preparando antes de que se corone con un tejado, paso previo a la última fase de restauración, que es la que afectará al aljibe.

De los 110.000 euros necesarios, la Diputación se hará cargo de 60.000, según un convenio firmado el pasado mes de junio. El resto, saldrá de las arcas municipales.

Mientras, desde el Ayuntamiento se confía también en las nuevas tecnologías, para que hasta donde la piedra no alcance se permite, mediante una visita virtual, que el turista pueda recrear en 3D lo que allí hubo.

El castillo, mientras, y a pesar de todo, sigue en lo alto del cerro, mudo testigo del paso de los siglos. Incluido este peculiar siglo XXI, que tanto daño pudo hacerle.


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