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25 julio 2024
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No han robado el Neptuno de Guadalajara: lo van a dejar guapo

Este fin de semana algo ha cambiado en el Neptuno del Jardinillo de Guadalajara. Visto y no visto... hasta que acabe su restauración.

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Lo advirtió y lo avisó El Paseante el pasado mes de enero. Días después, ahí seguía el Neptuno de la Plaza del Jardinillo como si tal cosa: vaso en ristre, sin ningún operario municipal que le aliviara la carga. Al final, el vaso de cubata desapareció, pero no así el manifiesto deterioro de la estatua e incluso de todo su entorno. Ahora, al fin, el Ayuntamiento se ha apiadado del dios de las aguas, quizá también de la desazón de nuestro colaborador, y pagará unos 10.000 euros para aplicar un lifting integral a la escultura.

Para pasmo de todos los que pongan su atención en ese rincón del Jardinillo, Neptuno recuperará, además, su tridente, desaparecido in illo tempore tras una de las barrabasadas de los gamberros.

Con la idea de que viejos problemas no se repitan, a los restauradores se les ha insistido en que el tridente no esté sujeto desde ahora a ningún punto del mármol de la estatua. Será la forma de que futuras «manipulaciones» no se lleven por delante, como hasta ahora ocurría, la mano o incluso parte del pie.

Se da, por tanto, un salto cualitativo al recurrir a especialistas y no al marmolista local que hizo lo que pudo cuando se le encargó. Las distintas reparaciones han dejado un rastro muy visible en la figura de Neptuno y en el pez que le acompaña, que ahora se pretende reparar. Para conseguirlo, además del dinero antes detallado dispondrán de mes y medio.

La estatua de Neptuno, que es un original del siglo XVI, procede de los jardines del Palacio de Montesclaros, la que fuera sede de la Academia de Ingenieros hasta su incendio fatal ahora hace un siglo. Estuvo mucho tiempo en la zona ajardinada aneja al Depósito de las Aguas, hasta que en 1969 se trasladó a su actual emplazamiento.

Entre indiferentes y gamberros

Hace más de una década, coincidiendo con un enfrentamiento copero entre Real Madrid y Atlético de Madrid en 2011, la escultura de la Plaza del Jardinillo perdió mano, antebrazo y tridente. Las amputaciones han sido la norma para esta obra de arte, buen ejemplo del Renacimiento italiano.

Para estos sobresaltos no ha habido que esperar necesariamente a celebraciones futbolísticas, puesto que los gamberros han venido actuando por su cuenta muchas otras veces, al margen de campeonatos o ligas.

La última restauración se hizo en 2016, después de que en marzo de 2014 la mano diestra siguiera en su sitio… pero sin nada que asir. Faltaba el tridente, que apenas estuvo en su sitio dos meses. Así, sin nada en la mano, es como se la ha visto languidecer desde entonces.

Estatua de Neptuno en la Plaza del Jardinillo de Guadalajara el 22 de mayo de 2021. (Foto: La Crónic@)
Estatua de Neptuno en la Plaza del Jardinillo de Guadalajara el 22 de mayo de 2021. (Foto: La Crónic@)

Los esfuerzos para mantener la figura con todos sus atributos como debieran han resultado reiteradamente infructuosos. Se intentó con un tridente más grueso y pesado, al que además se le aplicó adhesivo tanto en el pie derecho de la escultura como en la mano, tantas veces rota en anteriores actos vandálicos. La estrategia no funcionó y los vándalos causaron incluso daños más graves con esa mayor resistencia a sus tirones. La estrategia, como queda dicho, a partir de ahora va a ser otra. Se espera, además, que con mejores resultados.


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