Guadalajara es la provincia con peores datos de siniestralidad laboral no sólo de Castilla-La Mancha sino de toda España. Y lo peor es que no se trata de algo nuevo, sino de un desdichado puesto de preeminencia que mantiene desde hace años, como ha venido informando en anteriores ocasiones LA CRÓNICA.
Lo es desde 2010, un trágico balance que no ha variado desde entonces. Según los datos del pasado año, la logística es el sector con mayor siniestralidad, ya que sumaba casi la mitad de todos los accidentes habidos en las empresas de la provincia. También es, obviamente, una de las más actividades relevantes.
Por provincias, según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, el índice de incidencia es de: 260,2 en Albacete (194,2 en el mismo periodo de 2020); 278,3 en Ciudad Real (192,5); 323,9 en Cuenca (248,7); 344,7 en Guadalajara (frente al 284,8 de 2020) y 313,3 en Toledo (231,8).
En números absolutos, entre enero y junio de este año se han registrado un total de 13.555 accidentes de trabajo con baja en Castilla-La Mancha: 12.489 en jornada (12.385 leves, 90 graves y 14 mortales) y 1.066 in itinere (1.047 leves, 15 graves y 4 mortales).
Por provincias, el total de accidentes ha sido de 2.347 en Albacete (2 mortales); 2.895 en Ciudad Real (6 mortales); 1.528 en Cuenca (ninguno mortal); 2.130 en Guadalajara (2 mortales); y 4.655 en Toledo (8 mortales).
Si comparamos con el año pasado, condicionado por la pandemia, en el primer semestre de 2020 se registraron un total de 9.689 accidentes de trabajo en la región: 9.030 en jornada (8.926 leves, 77 graves y 27 mortales) y 659 in itinere 8.644 leves, 14 graves y 1 mortal). En el desglose por provincias en 2020 en el periodo analizado hubo 1.718 accidentes en Albacete (2 mortales); 1.926 en Ciudad Real (7 mortales); 1.146 en Cuenca (10 mortales); 1.630 en Guadalajara (2 mortales); y 3.269 en Toledo (7 mortales).
En este primer semestre del año ha habido un incremento de la siniestralidad laboral en prácticamente todos los sectores, siendo la rama de actividades sanitarias la que más ha aumentado su siniestralidad laboral con respecto a 2020, según destacan desde CCOO.
En cambio ha habido un descenso con respecto a los accidentes laborales mortales registrados en el primer semestre de 2020 (un total de 28).
CCOO ha vuelto ha lamentar que la siniestralidad laboral siga creciendo en Castilla-La Mancha, que se encuentra a la cabeza del país en esta «lacra social», y ha alertado de que es el «peor indicador» sociolaboral de la región.
«Somos la comunidad autónoma con un mayor índice de incidencia, 298,8 accidentes laborales por cada 100.000 trabajadores y trabajadoras. En el mismo periodo del año pasado este índice de incidencia fue de 223,8. A nivel nacional el índice de incidencia de enero a junio de este año ha sido de 206,1, mientras que en 2020 fue de 177,9», ha denunciado el sindicato.
Accidentes incluso con el parón del COVID
Un año que pese al parón de la actividad económica por el confinamiento y por el crisis generada por el Covid-19 fue especialmente trágico en materia de siniestralidad laboral, con un incremento del 44% en el número de accidentes mortales en jornada.
CCOO Castilla-La Mancha recuerda que en todo el año 2020, 52 personas trabajadoras fallecieron en accidente laboral en la región, frente a los 39 de 2019.
«La siniestralidad en el trabajo es el peor indicador sociolaboral en Castilla-La Mancha», ha denunciado la secretaria regional de Diálogo Social, Política Institucional y Salud Laboral de CCOO en Castilla-La Mancha, Raquel Payo, que ha insistido en que «la herramienta principal para atajar esta lacra es más y mejor prevención de riesgos laborales en las empresas».
«Todos los accidentes laborales son evitables, siempre y cuando existan unas medidas preventivas en los centros de trabajo que los eviten y aquí la responsabilidad recae en el empresariado que tiene la obligación por ley de salvaguardar la salud y seguridad de las y los empleados que trabajan en sus empresas», ha defendido.
El gran reto en materia de seguridad y salud laboral para CCOO Castilla-La Mancha es combatir la siniestralidad laboral. «Para ello seguimos trabajando día a día para acabar con las cifras negras que sigue registrando Castilla-La Mancha, asesorando e informando a los trabajadores y trabajadoras, formando a nuestros delegados y delegadas, exigiendo a las empresas que cumplan con la prevención, denunciando los incumplimientos o pidiendo también a las administraciones que sean ambiciosas en seguridad y salud laboral», ha añadido Payo.
Mejorar la seguridad y salud laboral es compromiso de los distintos agentes involucrados en ello. «Para el sindicato esto es una prioridad dentro de nuestra acción sindical, porque estamos hablando de la salud y de la vida de las personas», ha concluido.