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16 abril 2024
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Deja de escribir «Méjico» y descubre ya México, cualquier día y gratis, desde el centro de Madrid

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Han pasado ya cinco siglos de aquella guerra entre los aztecas y quienes no lo eran, de la que resultaron vencedores 400 soldados españoles, con Hernán Cortés al frente, para mayor gloria de la Corona española. Están a punto de cumplirse los 500 años cabales de aquello, sin que nada parezca poder frenar la ignorancia galopante a un lado y a otro lado del Atlántico tanto sobre los hechos históricos como sobre las realidades contemporáneas.

Y sin embargo, hay un motivo para la esperanza en el centro de Madrid.

Casa de México abrió sus puertas en la capital de España en octubre de 2018. Lo hizo recuperando para la ciudad un imponente edificio que se diría ajustado a los cánones de la arquitectura imperial franquista, pero que en realidad es anterior incluso a la Dictadura de Primo de Rivera.

Desalojados sus últimos ocupantes (el SAMUR) y evitado el peligro cierto de que se llenara de okupas, el Ayuntamiento de Madrid tuvo el acierto de decidir cederlo para su uso cultural. Y de conseguirlo, claro. Ahí entró México, con su capacidad de parir empresarios de éxito con disposición para el mecenazgo, una especie cada vez más rara en Europa pero tan necesaria ahora como en el Renacimiento.

El resultado ahí lo ven, en el vídeo que acompaña estas líneas. Se trata de un inmueble ubicado en el 20 de Alberto Aguilera, justo en el lado de acá de la frontera que marca Madrid Central, lo que hace posible acercarse hasta allí incluso en cualquier vehículo a motor, sea cual sea la etiqueta de tus desdichas. A la vuelta de la esquina hay, además, un parking muy apropiado, en la calle Vallehermoso.

Una vez dentro, superado el portal y avizorando el visitante la imponente escalera, lo que se despliega es una incesante actividad cultural y, en gran parte, gastronómica. Para conocerla al detalle basta con asomarse a la web institucional, muy clara y fácil de usar. Baste decir en estas líneas que el arte (y la artesanía) se despliega(n) incluso por los pasillos, lo que obliga a ir con atención no tanto por no tropezar como para no perderse la contemplación de las piezas más interesantes. Como aperitivo y prueba de lo que decimos, nuestra galería gráfica.

Salas para exposiciones, para espectáculos, para trabajar en forma de coworking, para recibir o para ser recibidos, para ver cine o para escuchar la palabra… de todo eso y más hay por aquí. Sólo hay que esperar la convocatoria adecuada para disfrutarlo o acercarse a verlo porque sí, ya que el acceso es gratis y la atención del personal, exquisita.

Los que peinan canas y vivieron en España la Transición política de los años setenta y ochenta del siglo pasado recordarán con agradecimiento y melancolía los libros del Fondo de Cultura Económica. Eran tan liberadores como los de la argentina Editorial Losada, pero mejor impresos. Ahora, ellos y sus hijos o sus nietos pueden darse un homenaje bibliófilo en la muy bien atendida librería, con especial atención a la literatura infantil.

A México, con buen apetito
La cultura es mucho más que un aperitivo, o debiera serlo. Uno se barrunta que en los próximos meses habrá platos fuertes, consistentes y atractivos de las diferentes regiones mexicanas que pasarán por aquí. Michoacán acaba de hacerlo.

Y sin embargo, lo que parece inevitable es que sea por el estómago por donde más y mejor se convenza a los madrileños del gran hallazgo que supone Casa de México, desde las mesas y los manteles del Restaurante Puntarena que está destinado a marcar un antes y un después en lo que a cocina de la Nueva España se refiere en esta España que tanto ignora de la mejor gastronomía de ese país. No es un restaurante barato, aunque tampoco tan caro como los de Juan Bravo y otros aledaños del esnobismo burgués del momento. Alrededor de 50 euros por comensal no es un dispendio asequible para todos los bolsillos, pero lo justifica la carta y el recinto, ya sea en sala o en el agradabilísimo patio, con jardín vertical incluido.

Y salimos por donde debe entrarse: el altísimo portal reconvertido en muestrario de centenares de botellas (cada una diferente, cada cual de una marca distinta) llenas de tequila, esa bebida de dioses tan maltratada a veces por los humanos.

Brindar por México y por España no es sólo posible en Madrid. En estas circunstancias, es una feliz obligación.
 

Más información:

Casa de México en España. Alberto Aguilera, 20. Madrid.
Para seguir los eventos, con agenda actualizada. También a través del teléfono 910 689 765