El próximo día 12 de febrero arrancará oficialmente otra de las obras relacionadas en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Guadalajara, que de algún modo ya se viene haciendo notar desde hace semanas. Se trata, como viene avanzando LA CRÓNICA, de las que afectaran todo este 2024 a las calles Miguel de Cervantes, Travesía de Santo Domingo, Plaza Virgen de la Antigua y Angel Martín Puebla. Para estos trabajos hay previsto un plazo de ejecución de doce meses y un presupuesto que rondará 1,4 millones.
La alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, se ha acercado este mismo jueves a la zona junto al concejal de Infraestructuras, Santiago López, con el fin de mostrar ‘in situ’ a los medios de comunicación el proyecto de la obra que se quiere acometer, cuyo presupuesto inicial de licitación era de cerca de 2 millones de euros y que finalmente se ha adjudicado, como suele suceder, por menos. La repercusión para las arcas municipales es incluso mucho menor, ya que el 80% lo paga la Unión Europea, por lo que el Ayuntamiento aportará unos 267.000 euros.
Se contempla actuar sobre 4.800 metros cuadrados, renovando y ampliando aceras, dando más espacio a los peatones, eliminando bolardos, sustituyendo el alumbrado, colocar en varias zonas lo que han denominado pavimento táctil… y la eliminación sistemática de plazas de aparcamiento. Las pocas que queden serán de pago o para residentes.
La larguísima duración de un año de estos trabajos, aseguran desde el Ayuntamiento, está pensada para que se pueda compatibilizar la obra con los negocios. Según ha señalado el concejal de Infraestructuras, los comercios y las oficinas de la zona son parte de la economía de la ciudad y «hay que intentar que los trabajos perjudiquen lo menos posible», ha remarcado.
De esta forma, ha insistido la alcaldesa, «se podrá así acceder al Mercado de Abastos y comercios de calles colindantes», ya que las obras «se van a realizar en distintas fases para tratar de entorpecer lo menos posible la actividad en la zona».
Ana Guarinos reconoce que «cada vez que se abre una zanja es un problema para los vecinos», a quienes ha pedido disculpas por unas obras que tendrán continuidad en otros proyectos ya presupuestados, como es el acondicionamiento previsto en la zona próxima al Palacio del Infantado, actuaciones en la Avenida de Barcelona, en la entrada a Guadalajara por la Avenida del Ejército o en el Paseo Fernández Iparraguirre, «una de las arterias de la ciudad» donde también se requiere intervenir.
