Apurando los plazos, en un proceso que los lectores de LA CRÓNICA han podido seguir a través de varias noticias, los propietarios de la central nuclear de Trillo han acordado solicitar al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), del que es titular Teresa Ribera, la renovación de la autorización de explotación por diez años, hasta noviembre de 2034.
Cuando llegue esa fecha, restarán pocos meses para que se cumpla el plazo actualmente fijado por el Gobierno para el cese de la actividad de la planta, que ha sido establecido en el 2035 como límite y que supondría, de cumplirse, el final de la energía nuclear para producción eléctrica en España.
Según detallan fuentes de la propia central en un comunicado, «esta solicitud se fundamenta en las actuales circunstancias en las que las centrales nucleares son una tecnología que ofrecen estabilidad al sistema, garantizan el suministro y son necesarias para la transición energética.
Por todo ello, en función del Protocolo firmado por ENRESA y las empresas propietarias en 2019, del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y la expectativa de que podrá recuperar las inversiones requeridas con una rentabilidad razonable, se
solicita la renovación de la Autorización de Explotación de la Central Nuclear de Trillo».
Buen estado de la planta
Los estudios que acompañan a esta solicitud y, en concreto, el Plan Integrado del Envejecimiento (PIEGE) y la Revisión Periódica de Seguridad (RPS) realizados, «ponen de manifiesto el buen estado de la Planta, desde el punto de vista de seguridad, para afrontar este nuevo periodo de explotación», destacan desde la nuclear de Trillo.
Esperan disponer de la correspondiente resolución del MITERD antes del 17 de noviembre de 2024, fecha límite de vigencia de la actual Autorización de Explotación de la central. Durante este período, el Consejo de Seguridad Nuclear evaluará la documentación de la solicitud de renovación y elaborará un dictamen técnico que remitirá al MITERD.