15.5 C
Guadalajara
24 abril 2024
InicioCastilla-La ManchaNo creen que vaya a haber séptima ola del COVID

No creen que vaya a haber séptima ola del COVID

El riesgo que tiene una persona no vacunada de terminar ingresada y en UCI es cinco o seis veces superior que para una persona inmunizada", subraya Juan Camacho, director general de Salud Pública.

-

Hace dos años y un día se registró en Ciudad Real el primer caso sospechoso de COVID en la región, que terminó siendo una gripe. Algo más tarde, el primer caso real, en Marchamalo, un vecino que terminaría falleciendo por el coronavirus. Comparando el 31 de enero de 2022 y el de 2021, la situación ha variado de forma sustancial. Aunque sigamos con la mascarilla puesta… ahora que, a diferencia de los comienzos de la pandemia, son incluso asequible y su suministro está asegurado.

Sobre la posibilidad de que haya una séptima ola, Camacho ha respondido a los periodistas en Toledo que «no parece que vaya a darse», pero ha admitido no tener una certeza absoluta. «Seguimos conduciendo en una carretera de montaña y solo se ve la siguiente curva… y no siempre bien».

El director general de Salud Pública, Juan Camacho, ha asegurado este 1 de febrero que la evolución de la sexta ola de COVID-19 en Castilla-La Mancha «está en caída», tras dos semanas consecutivas en las que los contagios se están reduciendo.

Además de ratificar el descenso de contagios, Camacho se ha mostrado confiado en que, a partir de esta semana, empiecen a caer también el número de fallecimientos por COVID-19 de forma «significativa», afirmación que sostiene en base a las curvas registradas en otras olas.

Otro de los datos esgrimidos para avalar que la curva de contagios se está doblegando en Castilla-La Mancha es el número de aulas cerradas en la región, y que a día de hoy asciende «únicamente a 75», el 0,34% del total. De ellas 9 en Albacete, 15 en Ciudad Real, 2 en Cuenca, 8 en Guadalajara y 41 en Toledo. «Es una tendencia positiva porque hay menos casos y clases confinadas que hace una o dos semanas».

La importancia, verificable, de las vacunas

Lo que nos ocupa ahora, y también salva a la mayoría, son las vacunas. El porcentaje de personas que están en hospitales o en UCI por COVID-19 y no se han vacunado oscila actualmente en Castilla-La Mancha entre el 30-40 por ciento; se trata de una cifra similar a la del resto de autonomías, que entre todas suman un 90% de población vacunada. «Es un 30-40 por ciento de un 10 por ciento, estamos hablando de un riesgo relativo altísimo. El riesgo que tiene una persona no vacunada de terminar ingresada y en UCI es cinco o seis veces superior que para una persona inmunizada», ha alertado Juan Camacho.

«El año pasado, con la tercera ola en pleno apogeo, y sin alcanzar el pico máximo, había 1.500 camas convencionales ocupadas por enfermos COVID y 237 personas en UCI con respirador, mientras que ayer había 593 camas convencionales y 59 pacientes con respirador UCI. En el caso de los fallecidos se ha pasado de 34, a 31 de enero de 2021, a los 15 de ayer», ha detallado este martes el director general de Salud Pública en Castilla-La Mancha, Juan Camacho.

Este responsable sanitario ha destacado que hace hace una semana se certificaba por primera vez un descenso neto de pacientes ingresados a nivel global en los hospitales del Sescam. «La tendencia no solo en comparación con el año pasado sino con la sexta ola es por fin favorable», ha celebrado.

La Junta quiere reducir las cuarentenas

El responsable de Salud Pública de Castilla-La Mancha también ha reiterado la voluntad del Ejecutivo de reducir la duración de las cuarentenas, dado que ómicron en menos grave, aunque siempre «en proporcionalidad y con criterio», al tiempo que ha abogado por mantener mascarilla en el exterior siempre que no se pueda mantener la distancia de seguridad.

Respecto a la incidencia acumulada, pese a señalar que en comparación con el pasado ejercicio es el doble, ha matizado que el impacto en el sistema asistencial es menor, porque la variante ómicron es más leve y provoca menos hospitalizaciones, también gracias al estado inmunitario y vacunal que presenta la población.

Olvidarnos de la incidencia acumulada

Ha insistido Camacho en que la incidencia acumulada ha sido un indicador de gran utilidad para medir el día a día de la pandemia, pero en la situación actual presenta «ciertas debilidades», pues la relación entre la incidencia acumulada y el impacto en la salud de las personas y la presión en el sistema asistencial de la enfermedad es diferente.

Además, ha recordado, pese a que en Castilla-La Mancha siguen computando como positivos los autotest realizados en casa y confirmados por el sistema de salud regional por PDIA, esto no se hace así en todas las comunidades autónomas y por ello el dato de pacientes ingresados parece ser un indicador más objetivo, pero también «puede estar sujeto a depuración».

Y es que Camacho ha explicado que es necesario diferenciar entre los pacientes que ingresan por otra causa y al hacerles la PDIA da positivo, de los que entran en el hospital a causa del COVID. «En la tercera semana del año, el domingo anterior, un 32% de los pacientes ingresados tenían la etiqueta COVID pero habían ingresado por otras patologías», ha puntualizado.

A vueltas con la tercera vacuna

En otro orden de cosas, y respecto al «revuelo» que ha generado la decisión de la Comisión de Salud Pública de que las personas que hayan cursado infección se vacunen de la tercera dosis cinco meses tras el diagnóstico de esta, ha defendido que las decisiones que se adoptan en el seno de esta comisión son «absolutamente basadas en criterios técnicos», pues en ella concurren las personas que «más saben de vacunas en España», que toman decisiones de acuerdo a las evidencias científicas, porque se ha visto que con la variante ómicron se produce una amplificación inmunitaria.

De ahí que haya criticado el «acoso» que sufren muchas de las decisiones adoptadas por los expertos. «Sabemos que muchas decisiones no se entienden, que parece que damos tumbos, pero lo que hacemos son movimientos de volante para adaptar el coche a las curvas con mayor o menor éxito».

A preguntas de los medios, el director de Salud Pública ha resaltado que todas las personas mayores de 18 años se pueden vacunar de la tercera dosis, al tiempo que ha reconocido que a la gente le está costando más ponerse este tercer pinchazo y «se entiende». «Por eso, insistimos en acercar y facilitar poniendo más puntos de vacunación, ampliando horario».

Más información: