Si tienes prisa o pocas ganas de entretenerte, toma nota de dónde puedes encontrar toda la información sobre Berlín, accediendo a este enlace. También puedes descargar en tu móvil la app About Berlin, guía total para tenerlo todo a mano, en el bolsillo, con versión en inglés. Pero, quizá, lo más provechoso sea intentar entender por qué la capital de Alemania es uno de los destinos preferidos por los europeos para viajes cortos, de fin de semana o «puentes». Y no necesariamente de los más caros.
«Babylon Berlin» es una serie ambientada en los últimos años de la República de Weimar en la capital alemana. Quien la trae a colación es Burkhard Kieker, el CEO de visitBerlin, la responsable de la promoción turística de la capital alemana en todo el mundo. «Babylon Berlin» puede verse en España en la plataforma de Movistar mientras que Netflix se conforma con una olvidada película de 1953 que refleja el Berlín de la posguerra, casi como una continuación de la Viena de «El tercer hombre». ¿Digresión cinematográfica o un modo muy oportuno de asomarnos a la capital alemana desde el presente y hacia su pasado? Comprobará el lector que es esto último, si nos acompaña. Y más le vale que lo haga para conocer de primera mano lo mucho que ofrece esa ciudad ahora mismo y en los próximos meses.
Berlín, la ciudad que se mueve y que conmueve
Kieker se ha acercado hasta Madrid, donde ha podido departir sin prisas con un reducido grupo de medios de comunicación, entre ellos LA CRÓNICA. Para «vender» bien Berlín no ha tenido que recurrir sino a su propia esencia: la de una ciudad siempre en la frontera. Hace un siglo se llenó de rusos que huían de la revolución; ahora, son los ucranianos los que han buscado refugio, para ponerse a salvo de las bombas rusas. Entre medias, toda una historia que se expone en los museos y se vive en las calles… y unas calles que se llenan de atractivos para el viajero.
«Berlín es una ciudad que se mueve y que conmueve». La cita no es de este periodista sino de Ulrike Bohnet, directora la Oficina Nacional Alemana de Turismo en España, presente también en este encuentro. «Enseguida formas parte, no te sientes extranjero», insiste Bohnet, que da por cierto que la tolerancia y la diversidad son uno de los atractivos, y de las realidades, de Berlín: de otro modo no se explicaría que, a día de hoy, haya berlineses de 189 nacionalidades distintas. Pero berlineses todos.
Ellos son los que llenan en estos días los más de 70 mercadillos de Navidad, de una variedad de estilos y tamaños tal que hasta hay uno orientado a los perros y otros animales de compañía. Eso, si el lector es de los que van del dicho al hecho, sin más preámbulos y sin más esperas.
Los más organizados pueden planificar mejor dónde dormir e intentar elegir entre los muchos sitios donde comer bien: en los últimos años se ha reforzado tanto la oferta gastronómica que en 25 de sus restaurantes acumulan 32 estrellas Michelin. En lo relativo al alojamiento, hay de todo, incluso una antigua cárcel de mujeres convertida en sorprendente hotel, el Wilmina. Otro, ocupa un antiguo edificio de Correos, cerca de la Isla de los Museos. La relación de novedades dignas de prueba es larga: Luc, Château Royal, Urban Loft Hotel…
Citas inexcusables para 2023
Una vez allí, el calendario de citas capaces de justificar el viaje no deja ningún mes desocupado. Entre todas las convocatorias, en LA CRÓNICA elegimos las siguientes:
• En marzo de 2023, el mes europeo de la fotografía.
• En mayo de 2023, la semana del diseño, del 8 al 17.
• En mayo de 2023, del 26 al 29, el Carnaval de las Culturas.
• El 21 de junio, música en la calle.
• En julio, del 6 al 10, música clásica al aire libre.
Y ya en 2024, la final de la Eurocopa, en la confianza de que «la Roja» salte al terreno de juego.
Proyectos cumplidos, proyectos en marcha
Si algo hay que reconocerles a los alemanes en su incapacidad para permanecer quietos. La pista del antiguo aeropuerto de Tempelhof, sin vuelos desde 2008, bulle ahora conquistada por los berlineses como lugar de ocio para las más insospechadas actividades recreativas. Si a eso se le une el afán inversor de las distintas administraciones, podemos encontrarnos en un par de años con que el canal de la Isla de los Museos se convierta en una piscina al aire libre, el Flussbad Berlín. O que se esté construyendo el Monumento a la Libertad y a Unidad, una balanza de dimensiones descomunales que oscilará según se suban niños y mayores.
Lo que ya está terminado es el Humboldt Forum, el proyecto más importante realizado últimamente de Alemania. Espacio expositivo casi inagotable y con muchas áreas públicas gratis que se han conseguido sobre el hueco que dejó en medio de la Isla de los Museos la demolición de un antiguo edificio de la RDA, atiborrado de amianto. La línea 5 de metro, tan nueva, nos lleva y nos trae cómodamente.
Por si los museos ya existentes no fueran bastante oferta cultural (a la que este año se ha sumado el Museo Samurái), en 2025 se terminará House One, casa de las religiones monoteístas. Al año siguiente se abrirá el Museo del Siglo XX y en el más clásico de entre los clásicos de los museos berlineses, el de Pérgamo, se está ya construyendo la cuarta ala, la que nunca tuvo.
Más allá de los nombres, las fechas y las cifras, lo cierto es que Berlín vuelve a ser, un siglo después, el balcón ideal para resolver el enigma de esta Europa de nuevo en la encrucijada. O quizá para algo mucho menos pretencioso y mucho más gratificante: pasar unos cuantos días disfrutando plenamente de la ciudad… sin arrasar el bolsillo. Eso es lo que Burkhard Kieker le insiste a este periodista que es posible hacer en Berlín, a un coste menor que en otras capitales, tanto si es en euros como si hay que gastarlo en libras.
Habrá que comprobarlo.
Más información:
Si con todo lo anterior no es suficiente, siempre es posible conseguir más datos para un viaje a Berlín a través de los 12 distritos en que está dividida la ciudad. Hay una web específica para ello, en español, y es posible descargarse una aplicación para el móvil con su contenido.