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21 abril 2024
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A tiros en Alovera: dos detenidos un año después de la reyerta entre clanes de okupas

La Guardia Civil no practicó entonces ninguna detención, aunque sí procedió a identificar a varias personas. Los detenidos ahora son un hombre de 27 años y un joven, menor de edad en el momento de los hechos.

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La Guardia Civil de la Comandancia de Guadalajara ha detenido a dos personas en Azuqueca de Henares. Se les considera autores de un delito de homicidio en grado de tentativa. Los ahora detenidos serían quienes habrían efectuado varios disparos con un arma de fuego en el transcurso de una reyerta. Como informó detalladamente en su día LA CRÓNICA, aquellos hechos conmocionaron Alovera. Además de escenas de mucha tensión, aquello acabó con una persona alcanzada en una pierna por los disparos.

Fue el pasado miércoles, 30 de junio, cuando se logró localizar y detener en Azuqueca de
Henares a los presuntos autores de los hechos. Son dos hermanos, con residencia en
la localidad de Alovera. Un de ellos, de 27 años de edad, cuenta con numerosos
antecedentes policiales; el otro es menor de edad. A ambos se les ha detenido como presuntos autores de un delito de homicidio en grado de tentativa. El primero de ellos detenidos fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de
los de Guadalajara cuya autoridad decretó su ingreso en prisión. El otro, al ser menor de edad cuando ocurrieron los hechos, pasó a disposición de la Fiscalía de Menores de Guadalajara.

Horas de gran tensión en Alovera

Un edificio okupado de Alovera, ubicado en la calle Valbueno con esquina a la calle Valmores, se convertía en la madrugada del 22 de julio de 2020 en motivo de gran preocupación para los vecinos del barrio. Años antes ya había sido noticia, pero por las protestas de sus inquilinos contra Iberdrola y el banco Sabadell, que llegaron incluso a la capital de la provincia.

Desde minutos antes de la medianoche y durante unas inacabables horas, se sucedieron altercados entre dos clanes, en disputa por la okupación de viviendas en el inmueble.

La mayor alarma la provocó el ruido de varias detonaciones de arma de fuego. Según se dijo inicialmente y así lo recogió entonces LA CRÓNICA de fuentes de la Guardia Civil, se habría tratado exclusivamente de un arma de aire comprimido. El único herido que fue atendido en el Hospital de Guadalajara, según verificó este diario, fue dado de alta después de ser curado de varias perdigonadas en una pierna, según la información facilitada entonces.

Como informó algún vecino a este periódico y corroboraron las fuerzas del orden público, la situación fue abordada inicialmente por una patrulla de la Policía Local de Alovera, que pronto se vio desbordada. En consecuencia, pidieron refuerzos a la Guardia Civil, que aportó varias patrullas del puesto de Azuqueca de Henares. A estos efectivos se sumarían una veintena de agentes llegados desde la Comandancia de Guadalajara.

Los momentos de mayor tensión se vivieron, según los testimonios recabados aquel día, hacia la una de la madrugada de ese miércoles, con reiterados enfrentamientos personales entre miembros de ambos clanes. Los intentos de los agentes para apaciguar los ánimos no siempre tenían éxito.

La Guardia Civil no practicó entonces ninguna detención, aunque sí procedió a identificar a varias personas.

Conos en el lugar de los hechos, para facilitar la investigación de lo ocurrido.
Conos en el lugar de los hechos, para facilitar la investigación de lo ocurrido en la madrugada del 22 de julio de 2020 en Alovera.

Según cree la Guardia Civil y sostienen los investigadores en la actualidad, los ahora detenidos intentaron agredir a una persona con una arma blanca, efectuando posteriormente varios disparos, alcanzándole uno de ellos en una pierna. El resultado fueron lesiones de carácter grave, de las que tuvo que ser asistido en el Hospital General Universitario de Guadalajara.

En esa misma calle, se asegura ahora, hace un año se localizaron varios casquillos y vainas, que fueron remitidos para su estudio al departamento de balística y trazas del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil. También se recabaron «numerosos testimonios de testigos de los hechos y reconocimientos fotográficos que permitieron identificar a los presuntos autores de estos hechos», según se recuerda desde la Benemérita.

Todo deberá quedar más claro después de la celebración del juicio, dentro de unos meses.

Comprobación pericial de unos casquillos por parte de un agente. (Foto: Guardia Civil)
Comprobación pericial de unos casquillos por parte de un agente. (Foto: Guardia Civil)

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