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25 abril 2024
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Las aguas residuales de Guadalajara reflejan la expansión actual del virus del COVID

Guadalajara se encuentra ahora mismo a la cabeza nacional en cuanto al aumento de presencia de trazas del COVID en las aguas residuales de la depuradora, en la capital alcarreña.

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Nunca, desde el comienzo de la pandemia, las aguas residuales españolas habían bajado con tanta saturación del virus del COVID. Este hecho lo admiten los técnicos y se detalla en los informes del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico que ha analizado LA CRÓNICA.

Para el caso concreto de Guadalajara, hay que destacar que se encuentra a la cabeza nacional en cuanto al aumento de presencia de trazas del COVID, respecto a los datos precedentes, en los análisis que se hacen en la depuradora de la capital alcarreña.

Esa instalación es una de las 38 que se toman como referencia en España y que forman parte del llamado «Proyecto VATar-COVID-19», iniciado en junio de 2020, aunque Guadalajara no se incorporó hasta finales del mes siguiente.

Los últimos datos, que son los referidos a la semana pasada, entre el 12 y el 18 de diciembre, ponen a las claras que en la ciudad de Guadalajara hay un «aumento significativo» de presencia del virus. Paradójicamente, siempre según las muestras tomadas en la estación próxima a Los Faroles, el 100% corresponderían a la variante Delta, en lo que el propio informe detalla como «variantes de preocupación».

Respecto a la variante ómicron y para el conjunto de España, desde la Administración central se considera que este sistema puede ser fundamental para identificar las poblaciones afectadas: muchos de los que pudieran estar infectados, pero sí están vacunados, podrían no mostrar síntomas… y ahí entran en juego las aguas fecales, que sí lo reflejan y ayudan a establecer la tendencia de la pandemia.

Además de en Guadalajara, en Castilla-La Mancha se toma como referencia lo analizado en Cuenca, Albacete y Talavera de la Reina.

Las depuradoras de aguas residuales urbanas se seleccionaron, según la versión oficial, «atendiendo a criterios de movilidad e interconexión entre poblaciones, mayor afluencia de turismo, poblaciones favorables a la expansión rápida de la enfermedad, impacto de la enfermedad o climatología».

Distribución de las estaciones de aguas residuales que analizan en España el rastro del COVID.
Distribución de las estaciones de aguas residuales que analizan en España el rastro del COVID.

Guadalajara, una evolución oscilante

Los repetidos análisis de las aguas residuales de Guadalajara permiten, a estas alturas de la pandemia, establecer la muy poco lineal forma en que ha castigado a la población de la capital alcarreña desde mediados de 2020.

Los primeros análisis se tomaron en la última semana de julio de 2020. La cosa estuvo más o menos estable hasta la semana siguiente a las «no-Ferias» cuando lo que se registró fue, por extraño que resulte, una «disminución significativa» de la presencia del virus.

El primer incremento notable del virus llegaría a mediados de octubre de 2020. El siguiente pico reseñable no se vería hasta marzo de 2021, más otro en julio de este año, seguido de uno más poco después.

Antes de la explosión del virus de estos días prenavideños hubo constancia de un repunte en octubre. Lo singular es que el incremento en los niveles de la semana entre el 17 y el 23 de ese mes vino precedida de una «disminución significativa» en días previos, lo que da idea de lo errático que puede llegar a parecer el comportamiento del virus.

Una de las balsas de decantación de la depuradora de aguas residuales de Guadalajara.
Una de las balsas de decantación de la depuradora de aguas residuales de Guadalajara.

Los análisis nunca bien aclarados de Barcelona

El caso más notorio, y polémico, de esta técnica de análisis de las aguas residuales fue el hallazgo, por investigadores de la Universitat de Barcelona (UB) de la presencia del coronavirus en muestras de aguas residuales de Barcelona recogidas el 12 de marzo de 2019, un año antes de la pandemia.

Estudiaron algunas muestras congeladas entre enero de 2018 y diciembre de 2019, encontrando genomas en marzo de 2019, mucho antes de la notificación de cualquier caso en ninguna pargte del mundo. Todas las muestras resultaron negativas a excepción de la del 12 de marzo de 2019, que mostraba niveles de SARS-CoV-2 «muy bajos pero que ha dado claramente positivo con una prueba PCR». Otros investigadores han considerado que el hecho de dar positivo una muestra aislada lleva a pensar en un caso de contaminación en el laboratorio. De hecho, todo ha pasado ya casi al olvido.

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